jueves, 26 de septiembre de 2013

Etapa 22: Foncebadon - Ponferrada

"El Camino te invita a contemplar, dejarte sorprender, acoger, interiorizar, parar, callar, escuchar, admirar, bendecir...a la naturaleza, a nuestros compañeros de camino, a nosotros mismos, a Dios".

Otro día que no me puedo quejar de dormir, aunque me haya despertado varias veces. Había mucha gente en un lugar tan pequeño, de hecho el comedor se convirtió en dormitorio para que los rezagados pudieran dormir.
Los hospitaleros nos tienen preparado el desayuno a las 6h 15m de la mañana.
Comenzamos a andar a las seis y media. Después de caminar 40 minutos  nos encontramos con la famosa Cruz de Ferro clavada sombre un montón de piedras a 1500ms.  de altitud.
Es tradicional dejar una piedra al montón de piedras ya levantado.
Jaime, el mejicano, ha traído una piedra de Méjico para  dejar todas sus culpas en esta Cruz. El dice que una de sus ilusiones en el camino es dejar esta piedra y por eso decide quedarse hasta el amanecer. Lógicamente en este equipo nadie se queda solo y es Esteban el que se presta voluntario para quedarse con él.
Pero antes de seguir el camino Felix y yo, me acerco al montón de piedras que rodean la Cruz y dejo una piedra, que traía en la mochila. La piedra va en honor de mi amiga Rosa, con la idea de que la enfermedad que tiene en este momento se quede en la cruz. Desde aquí le mando un beso para que se anime.


Seguimos caminando de noche y nos sale al paso un personaje que dice que es el último templario. Es el dueño de un albergue que no tiene ni agua ni luz. Se viste de templario delante de los peregrinos y nos enteramos que por la tarde hace una procesión delante de los que duermen allí.
Todavía de noche, la luna nos ilumina el camino y podemos ver cosas tan sorprendentes como las de la foto.


Llevamos hora y media andando de noche y Félix, un catalán llamado Francisco, que se nos ha unido, y yo estamos disfrutando del paisaje que se nos presenta a la luz de la luna.
A las 8, 15 h intento desplazarme por el monte para buscaros una bonita puesta de sol.


A medida que vamos caminando admiramos los montes de León, que hacen que disfrutemos del momento. Teníamos ganas de pisar camino, piedras, alejarnos de los coches y por supuesto ver montañas. Aunque desgraciadamente también estamos viendo unas nubes que no nos gustan nada.



La bajada es pedregosa y hace que estemos atentos a las lesiones que podamos tener por pisar una piedra, mientras estamos admirando el paisaje.


Ademas del bonito paisaje, vamos pasando por pueblos típicos de la zona del Bierzo. Casas de piedra, balcones de madera y flores que adornan las casas. La foto corresponde al pueblo de Acebo.


La situación en el equipo en este momento es que Esteban y Jaime van por detrás . Yo me adelanto pero voy esperando a Felix para ir animándole. 
Cuando nos internamos en el bosque me encuentro con un danes que va en sentido contrario. Me comenta que ha hecho el Camino hasta Santiago y que una vez allí lo esta haciendo de vuelta. Félix me comenta después que él también se encontró con un francés que estaba haciendo lo mismo.
Me lo encontré en el camino que aparece en la foto.


De nuevo nos encontramos Félix y yo y pasamos por un precioso pueblo, Molinaseca, que merece la pena visitar y donde aprovechamos para que Francisco, que en ese momento pasaba por allí, nos hiciera una foto.


En el camino te encuentras cosas curiosas como las de la foto.


El último tramo hasta Ponferrada son 7 Kms muy pesados por carretera, con un sol que nos cae de lleno y que se nos hace eterno llegar hasta el albergue.
Llegamos a Ponferrada después de 7h y nos instalamos en el albergue parroquial que está bastante bien. Es la segunda noche que estamos los cuatro juntos en un cuarto.
Después de ducharnos nos vamos al restaurante Mencía que por 10 euros nos dan muy bien de comer, con café y orujo casero. Aquí es donde el mejicano Jaime se pone a imitarme y pasamos un rato agradable. A la comida se unen el catalán Francisco e Iñaki que hacía unos días que no estábamos con el.


Como siempre dedico un buen rato a hacer el blog.
Por la tarde reflexionamos Jaime y yo sobre la importancia que ha tenido para él, el haber dejado la piedra en la Cruz de Ferro. Me comenta que se ha liberado de un gran peso por haber dejado sus cargas morales en la cruz. El venía con mucha ilusión en dejar la piedra en esta cruz.
Está encantado de que este equipo y concretamente Esteban le haya ayudado a cumplir lo que él añoraba.
Por la tarde nos vamos a dar una vuelta por Ponferrada.


Por la noche a cenar los de siempre y se une Irache una chica vasca que hemos conocido y por supuesto Carmeni que siempre que nos ve se une al grupo..


Y para despedirme os pongo esta frase que está puesta en la puerta del albergue.

3 comentarios:

  1. Esperanza, fe y valentía. Muy bonito. Tenéis suerte peregrinos. Os dormís todas las noches con el cansancio de un día cargado de risas, amistad, esperanza, fortaleza y futuro. Deseo que os dure y se mantenga en el tiempo. ¡Ah! y que lo compartáis con vuestros seguidores también.

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  2. Esa es mi tierra Cristobal,como has podido comprobar es "preciosa"....
    Espero que os hayan tratado bien,forma parte de nuestra indiosincracia.
    Un beso muy fuerte.Mavi y Jose
    ULTREIA !!!

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  3. Me gusta esa última reflexión...así lo haremos! La verdad que da gusto ver el "buen rollito"que habéis creado, así se hace más llevadero el camino. Estas hecho un luchador, nunca lo he dudado, pero con esta aventura lo estas demostrando con creces...muy orgullosos de ti! Ánimo peregrino!

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