La etapa de hoy ha sido de 22Km,con un tiempo de casi cinco horas. No hemos podido dormir por culpa de unos franceses que parecía que estaban tocando la sinfonía de Bethoven.
El amanecer nos ha cogido subiendo la cuesta que va al pueblo de Mañeru. Desde lo alto de la cuesta hemos podido divisar el alto del Perdon.
El paisaje no se le parece en nada al que nos tenia acostumbrados el norte de Navarra. Montes mas bajos, zonas de viñedos, arbustos de endrinas y moras de las que hemos tenido oportunidad de probar y darnos un buen atracón, pues estaban en su punto.
No obstante el itinerario ha sido entretenido al pasar por pueblos pequeños, con su encanto de calles empedradas, iglesias románicas y puentes romanos.
Antes de llegar a Estella nos hemos encontrado con una pareja zaragozana, Sergio y Vanesa, con los que hemos estado hablando durante una hora hasta que nos hemos despedido en Estella.
Nos hemos decantado por el refugio parroquial. Curiosamente el hospitalero es un coronel retirado.
Y lo peor del dia ha sido cuando me he tenido que separar, por motivos de trabajo, de mi mujer, Maria Jose, con la que he compartido cinco dias maravillosos y que no los olvidaré nunca, porque realmente me ha hecho muy feliz. Desde aqui le mando un besazo y un feliz cumpleaños.
A las siete me he ido a la misa del peregrino que se ha celebrado en la iglesia de San Miguel Arcangel, en la que el famoso parroco Jose Miguel nos ha dado la bendicion y nos ha dado una oracion para rezar.
Cuando me disponía a cenar, los hospitaleros, Jesus y el italiano Dario, nos han comentado que la cena era compartida, por lo que cada uno de nosotros hemos aportado lo que teniamos y hemos tenido un velada de las que merece la pena no perderse.
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