Ya le hemos cogido el gustillo de levantarnos antes de las seis de la mañana para comenzar a andar las seis y media. Todavía de noche atravesamos Pamplona. Amanece cuando llegamos a Cizur Menor.
Pero si ayer tuvimos suerte con la lluvia, hoy, cuando estábamos atravesando Cizur nos ha caido un gran chaparron de agua que hemos tenido que ponernos los impermeables y proteger la mochila. Nos hemos protegido, como hemos podido, de la lluvia, hasta que amainara un poco.
No obstante no nos ha quedado mas remedio que continuar lloviendo porque no tenia pintas de parar.La lluvia y la humedad nos han acompañado, durante buena parte del camino.
Al cabo de dos horas estamos subiendo una cuesta pronunciada y larga que nos sube al puerto del Perdon, donde nos encontramos con Lucas, el brasileño. En el puerto, ademas de los molinillos de viento, nos encontramos con unas figuras muy significativas dedicadas al peregrino.
El dia empieza a mejorar y disfrutamos de la bajada, con la compañia de Lucas y con las conversaciones que tenemos con los peregrinos que nos vamos encontrando en el camino.
El final de la etapa es mas gratificante por la diversidad de iglesias que nos vamos encontrando en los diferentes pueblos por los que pasamos. Y es precisamente en uno de ellos, concretamente en Obanos, donde nos encontramos con los peregrinos que vienen del camino aragones.
El final de la etapa en Puente la Reina nos hemos ido al albergue de los P.P.Reparadores. El albergue por 5euros esta bastante bien.
Nos duchamos, hacemos la colada y nos vamos a comer al restaurante Joaquin, muy bien por 9, 5 euros, con Lucas, Kani y Mari Carmen, que nos los hemos encontrado en el albergue junto con otro amigo que iba con ellos, Tasio.
Despues de comer una siestecilla, visita por el pueblo, del que tengo que destacar dos iglesias del siglXII y el puente medieval.
Cenamos con nuestros compañeros de camino Kani, Mari Carmen y Tasio y a dormir prontito que mañana tenemos que ir a Estella.
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